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En los últimos días el escándalo publicitario parece estar a la orden del día y el sexo como denominador común. El pasado jueves hablaba del bizarro spot de Qé! Crack, que en pocos días ha conseguido estar en boca de muchos por su erótica analogía al combinar imágenes provocadoras con un diálogo en apariencia inocente. Minutos después de su lanzamiento eran numerosos los comentarios en este blog y en toda la red que se posicionaban a favor y en contra de esta campaña por su tono divertido/vulgar.
Una semana antes Desigual lanzaba su campaña #hazloporlamañana, trending topic a las pocas horas de lanzarse, en la que cuatro modelos semi-desnudas se visten de forma armónica tras lo que parece ser un agradable despertar. En una primera versión de esta campaña, se dejan ver durante milésimas de segundo ciertas partes desnudas de estas chicas, imágenes que no parecen ser del agrado de organismos y del propio Youtube que censuran la campaña. Días después la campaña ha reaparecido adaptada para todos los públicos perdiendo parte de su esencia.
Este tipo de campañas no tienen otro objetivo que el de escandalizar a la opinión pública, conseguir mayor difusión a través del boca a boca con una inversión mucho menor al polarizar entre los que vemos en ellas un contenido divertido, acorde al target, y los que perciben una falta de moral sin retorno, pero...
¿Porqué llevarnos las manos a la cabeza?
Solo hay que encender la televisión y ver un reality durante unos minutos para encontrarse con escenas mucho más sensacionalistas y explícitas en sexo que las de estos spots de solo 20 o 30 segundos. Si ponemos el grito en el cielo por campañas así entonces también deberíamos erradicar cualquier rastro de violencia, sexo u otras atrocidades que presenciamos cada día no solo en realities, también en el telediario, series de ficción, etc.
Una semana antes Desigual lanzaba su campaña #hazloporlamañana, trending topic a las pocas horas de lanzarse, en la que cuatro modelos semi-desnudas se visten de forma armónica tras lo que parece ser un agradable despertar. En una primera versión de esta campaña, se dejan ver durante milésimas de segundo ciertas partes desnudas de estas chicas, imágenes que no parecen ser del agrado de organismos y del propio Youtube que censuran la campaña. Días después la campaña ha reaparecido adaptada para todos los públicos perdiendo parte de su esencia.
Este tipo de campañas no tienen otro objetivo que el de escandalizar a la opinión pública, conseguir mayor difusión a través del boca a boca con una inversión mucho menor al polarizar entre los que vemos en ellas un contenido divertido, acorde al target, y los que perciben una falta de moral sin retorno, pero...
¿Porqué llevarnos las manos a la cabeza?
Solo hay que encender la televisión y ver un reality durante unos minutos para encontrarse con escenas mucho más sensacionalistas y explícitas en sexo que las de estos spots de solo 20 o 30 segundos. Si ponemos el grito en el cielo por campañas así entonces también deberíamos erradicar cualquier rastro de violencia, sexo u otras atrocidades que presenciamos cada día no solo en realities, también en el telediario, series de ficción, etc.
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Comentarios
No es cuestión de que pongamos el grito en el cielo. Es cuestión de saber hacer campañas publicitarias originales y creativas sin caer en ideas tan simples como las de relacionar un producto con el sexo de una manera tan simple machista y burda. Es como si para anunciar un BMW delante colocan a una rubia en bolas, ¿tiene sentido? A ver si nos damos cuenta de que campañas como esta solo quieren suscitar la mayor atención del público en el menor tiempo posible. Defender ideas como esta no lleva a ningún otro sitio que no sea volver hacia atrás...
ResponderEliminarNo le des tantas vueltas. El problema es que ambas creatividades son malas malas.
ResponderEliminarNo trato de defender estas campañas ni sus creatividades, todos sabemos que recursos fáciles como el sexo son el camino más rápido para llamar nuestra atención, somos así de primarios, nos guste o no la campaña, ha llegado a todos nosotros. Igual que las campañas de la DGT durante un tiempo recurrieron a los accidentes, la sangre y el morbo para que nos pusiésemos el cinturón.
ResponderEliminarSolo considero que en ocasiones la publicidad se convierte en cabeza de turco, cuando hay muchas otras barbaridades en los medios de las que apenas se habla y culpan a la publicidad de ser responsable de muchos males.
Además de todo eso, decir que la campaña introduce una gran innovación a nivel técnico:
ResponderEliminarCuando ves la campaña en youtube (http://www.youtube.com/user/webdesigual), el vídeo linka directamente con la tienda web, esto se llama Videoshopping, ya lo lanzó Google hace unos meses con esta pieza http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JBEX_uXFMn8
Probablemente el videoshopping va a ser tendencia este año. Ya hay cosas del mismo estilo realizadas por Wirewax y similares.
Creo que el sexo vende siempre y cuando se sepa aplicar bien al concepto. Hay marcas menos conocidas que se arriesgan y utilizan este recurso para vender... Por ejemplo, Mangaroca ha hecho un spot online que lleva más de 10.000 visitas en menos de una semana y creo que para una marca como esta, es un logro. A mi parecer, es divertido y el sexo pasa a un plano más erótico e insinuante.
ResponderEliminarOs dejo el link: http://www.youtube.com/watch?v=kqhT53wfnR8
esta pagina pone esto y se hace llamar ideacreativa??? pues para tener ideas creativas no hace falta recurrir al sexo , que trabajen mas el cerebro
ResponderEliminarNo importa el sexo, lo que importa es que la publicidad es muy mala....
ResponderEliminara Jaime Cerezo,
ResponderEliminartío pero qué dices... me vas a comparar una campaña de la DGT cuyo fin es el cumplimiento de las normas y evitar tantas muertes en las carreteras; con una campaña machistay ordinaria cuya finalidad es vender pastelitos..
Alucino, así nos va..